"Creo que cuando la deuda de un país es demasiado elevada, llega un punto en el que el incumplimiento de los pagos es la mejor opción y eso suele suceder en los países donde no existe consenso político para poner en marcha medidas de austeridad", explicó.
De hecho, este experto en estudiar la deuda acumulada por muchos países en las últimas década dejó claro que "no hay ninguna duda de que si nos fijamos en Grecia, sería mejor una reestructuración de deuda, limpiar y seguir adelante. Sí, es doloroso por defecto, pero los países que lo han hecho bien en el pasado han experimentado un buen crecimiento económico posterior".
Según su punto de vista el problema es que Europa no puede manejar tan fácilmente la situación porque "Portugal es débil, Irlanda es débil, el sistema bancario es débil", y, en esencia, "lo que está sucediendo es que Europa está sobornando a Grecia para que no impague su deuda. Les están dando un montón de dinero fresco", señaló.
"No se puede pensar que se devolverá todo el dinero"
En este sentido Rogoff reconoció que Europa está prestando tal cantidad de dinero que nadie en su sano juicio cree que se va a devolver en su totalidad. "Sería muy extraño para Grecia por defecto en este momento incumplir pagos porque están recibiendo mucho dinero", añadió."El problema en estos momentos es que también están Irlanda y Portugal" confirmó Rogoff. "España es un problema menor, pero si no se aprietan el cinturón, si no que actúa de forma adecuada, van a tener un problema mucho mayor. Es necesario mejorar esta situación de alguna forma", incidió.
Finalmente, Rogoff esbozó una solución inmediata. "Es probable que finalmente Alemania tenga que garantizar una gran cantidad de las deudas pendientes de Europa. Pero, aún así, eso no puede continuar para siempre sin algún tipo de disciplina en el sistema", explicó.
Para el profesor de economía de Harvard muchos municipios o estados han incumplido pagos a lo largo de la historia pero el problema real en estos momentos en Europa "es que no existe un mecanismo para que un impago de uno de sus miembros ocurra de una manera semi-ordenada. No hay un plan B", reiteró.
Noticia publicada en el periódico El Economista, España 04/11/2011
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