domingo, 24 de febrero de 2013

Que te Gustaría hacer en la Vida?




Que te motiva en la vida, que te gustaría hacer. Lo que haces hoy te apasiona? Estas contento. Cuando eras niño y te preguntaban que quieres ser cuando grande, que respondías  Es lo que haces hoy?

Lee esta historia, se que te va a gustar. Espero también te motive a hacer un cambio en tu vida.



Source: http://www.tipsfinancieros.com

Descubra 15 cosas que hacen los grandes líderes a diario

Llegar a convertirse en en un gran líder exige grandes dosis de trabajo diario, junto con una amplia experiencia. Es el camino para alcanzar el éxito, lo que te permite, a la hora de la verdad, ser capaz de tomar importantes decisiones en el momento, aunque sea bajo una gran presión.

Pero lo cierto es que los grandes líderes, los que han llegado a lo más alto, muchas veces reaccionan por instinto, como señala Forbes. Al final, tiene sentido que los grandes ejecutivos, capaces y acostumbrados a tomar ese tipo de importantes decisiones, reciban los salarios que reciben, medido en millones de euros.

Pero, ¿es posible alcanzar esos niveles? ¿Cómo han llegado hasta ellos? Si su objetivo es convertirte en un gran líder, en Forbes muestran 15 cosas que los empresarios más importantes del mundo hacen de forma automática cada día.

1. Haga que los demás se sientan seguros
En ocasiones, los líderes intimidan a sus compañeros con su poder, experiencia o conocimiento al estar juntos. Los que alcanzan el éxito, en cambio, son capaces de desviar la atención de sí mismos y animar al resto a sacar lo mejor de ellos. Crean un ambiente cálido y agradable que permite a los demás hablar con tranquilidad y seguridad. Son accesibles.

2. Tome decisiones
Los grandes líderes son expertos en tomar decisiones. Tanto de manera consensuada como por ellos mismos, se aseguran de que las cosas sucedan en todo momento. No pierden el tiempo.

3. Comunique sus expectativas
Los grandes líderes son a su vez grandes comunicadores. Una habilidad muy útil para hacer saber a sus colegas los valores de la organización o los objetivos de una actividad. Explicarse con claridad es básico para que los demás entiendan su función y que la puedan ejecutar correctamente.

4. Saque lo mejor de sus equipos
Los líderes que alcanzan el éxito entienden la mentalidad de los demás, sus capacidades y las áreas en las que pueden mejorar. A partir de esos conocimientos, desafían a sus equipos para sacar lo mejor de ellos, teniéndolos siempre en estado de alerta, sin poder relajarse, y ayudándoles a crecer.

5. Sea responsable
Acepte la responsabilidad de todo lo que ocurre. No quiere decir que no delegue funciones, sino que asuma los errores y éxitos al elegir a la persona a la que le encarga una misión. El líder siempre comparte los éxitos.

6. Predique con el ejemplo
Aunque parece fácil, son muy pocos los líderes capaces de aplicar esta premisa. Ellos saben que todo el mundo les presta atención, para detectar una bajada en su rendimiento, que intentan que no se produzca.

7. Recompense los esfuerzos
Los grandes líderes siempre impulsan a las personas que mejor rendimiento dan. Son capaces de reconocer el trabajo duro y el esfuerzo, independientemente del resultado, y lo recompensan debidamente.

8. Retroalimentación continua
Los empleados necesitan saber que sus superiores les están prestando atención. Los líderes que alcanzan el éxito dan su opinión y crean relaciones de confianza con sus colegas, un rasgo básico para crecer.

9. Implemente el talento
Los líderes son conscientes de su talento y saben cómo usarlo. Pero también son capaces de activar las capacidades de sus compañeros y que las puedan desplegar al máximo.

10. Busque consejo
Los grandes líderes hacen preguntas y piden consejo constantemente. Desde el exterior puede parecer que lo saben todo, pero en realidad tienen una gran ansiedad de adquirir conocimientos, para aprender cosas nuevas.

11. Resuelva los problemas sin dilación
Los líderes abordan los problemas en el momento en el que hay que hacerlo. Nunca los posponen, y llegar a ser muy hábiles en la resolución de los mismos. El éxito exige hacer muchas cosas que a la gente no le gustan.

12. Actitud positiva
Los líderes exitosos crean una cultura de trabajo positiva e inspiradora. Saben cómo motivar a sus compañeros con su actitud. Son simpáticos, respetados, y con una voluntad fuerte.

13. Gran maestro
Los líderes nunca dejan de enseñar, porque eso les motiva para aprender ellos mismos. Usan la enseñanza para mantener a sus compañeros informados. Se toman tiempo en guiar a su equipo y patrocinar a los que están dispuestos a avanzar.

14. Apueste por las relaciones
Los líderes que alcanzan el éxito no se centran solo en la protección de sus dominios, sino que lo amplían mediante relaciones que les benefician mutuamente. Los líderes de éxito se alían con otros líderes, que les pueden ayudar a crecer o progresar, y a su vez comparten sus éxitos para impulsar a quienes les rodean.

15. Disfrute de las responsabilidades
A los líderes les encanta ser líderes. Para llegar a ciertos niveles es imprescindible disfrutar de lo que uno hace.

Source: Periódico El Economista http://www.eleconomista.es

pixabay, miles de fotos de dominio público para usar en nuestros proyectos

Siempre que os comento nuevos bancos de imágenes gratuitos disponibles en la web comienzo con las mismas advertencias: invertid un poco buscando en Internet antes de usar algo que no tiene referencia.

En un artículo que publicamos recientemente “Sobre bancos de imágenes gratuitos” os comentamos algunos recursos que podemos usar para obtener fotografías con licencia Creative Commons, una licencia que permite encontrar con relativa facilidad al autor de la imagen, por lo que se hace sencillo entrar en contacto con el responsable para obtener el permiso necesario. Los grandes bancos, como Flickr o 500px tienen el nombre del fotógrafo bien visible, por lo que a veces no es necesario usar recursos como los buscadores de imágenes inversos (el de Google, tineye o gazopa, por ejemplo) para saber el origen de una fotografía específica.

Esta tarea (buscar al fotógrafo) se complica cuando hablamos de bancos de imágenes de dominio público, como el que os presentamos hoy: pixabay.com. Aunque según noupe.com sus fundadores Simon Steinberger y Hans Braxmeier, junto con su equipo, realizan las búsquedas necesarias para comprobar que las fotos subidas por los usuarios son, efectivamente, libres.

He realizado algunas búsquedas de fotografías allí incluidas y, efectivamente, no se encuentran en ningún banco de fotos de pago ni en redes sociales de fotografía, por lo que todo parece indicar que realmente estamos hablando de un sitio con más de 40.000 imágenes que podemos utilizar sin problemas, sin indicar ni la fuente de la foto ni el nombre del autor.

Una vez más: Invertid siempre el tiempo necesario antes de usar las imágenes de este u otro banco disponible en Internet.

Source:  http://wwwhatsnew.com

One Small Thing You Can Do This Sunday to Simplify Your Life

Hi!

I love decluttering. Why?

A life with less clutter makes it easier to find inner peace, to focus and to keep
your attention on what is most important and meaningful in life.

Clutter creates distraction. It can create stress and confusion that you may not be
aware of that it is creating. But after you have uncluttered there is usually a
sensation of feeling calmer and lighter, a bit more upbeat and being able to think
more clearly.

Decluttering a drawer, shelf or some kind of space in your life can be an
unexpectedly positive experience not just practically but for you as a person both
emotionally and mentally.

This is the most important reason why I declutter.

But it also frees up space and in many cases saves money.

If you have just 5 or 10 minutes to spare this Sunday and want to take a first step
to simplify your outer and inner life then I recommend decluttering just one small
space in your house.

Here's how I declutter in a few simple steps.

First, pick a drawer or a shelf.

Empty it out and clean it out.

Put everything that was in the space in one big pile.

Then make choices about those items, one at a time.

The choices are:

1. Choose to trash the item. Then put it in a trash bag.


2. Give it away. Give away old books, clothes etc. Give it to someone you know
that you think could make good use of it. Or give it away to your local charity. Put
such items in another bag or box.

3. Keep it and find a home for it. If you want to keep the item then find a
home for it. It could be at one of the front corners of your drawer or to the right in
the top shelf of your book case for example.

4. Put it in a 6-month box. If you are unsure about if you should keep the item
or not ask yourself: have I used this in the past year? If not, then it is often pretty
safe to say that you won't be using it in the future either.

If you are still unsure after having used the question, put the item(s) in a box. Put
the box away somewhere where you can easily access it - a closet for example - if
you need something from it. On the outside of the box write the date when you
put the stuff in it.

6 months later get the box and see what is still in it. If you haven't used those
things in the past 6 months then you have no need for them and you can safely
give them away or throw them out.

And that's it.

By taking small 5-10 minute steps when you have some time to spare you can
declutter a whole lot over a few weeks or months.

Or that first small step may lead you to decluttering a whole room at once.

Have a wonderful Sunday!

Henrik

Source: The Positivity Blog.

domingo, 10 de febrero de 2013

Hacia una mejora en nuestro trabajo

Los viernes por la tarde, tengo que confesarlo, llego rendido a casa debido al cansancio acumulado durante la semana, o mejor dicho durante los cinco días laborales. Cansancio producido por la actividades profesionales diarias.

Como reconozco que este cansancio no es sólo mío si no que afecta a gran parte de profesionales, indaguemos un poco si este cansancio, es decir este conjunto de actividades y tareas diarias que realizamos tienen una recompensa, es decir generan un valor para nuestras compañías.

Si la repuesta es sí, tal vez deberíamos replantearnos su gestión. Tampoco consiste en matarse en el trabajo. Y seguramente el ritmo de nuestras actividades irá decayendo o sufrirá altibajos si continuamos con dicho ritmo de trabajo.

Si la respuesta es no, es decir no generamos gran valor a nuestras compañía, pufff... tendremos que replantearnos muchas cosas, pero que muchas.

Hace poco leí sobre las tareas que realiza una startup en sus primeros meses de vida y entre las notas destaqué una muy clara para mí, aunque no se la daba muy importancia en el texto, que hablaba de las actividades tipo residuo, aquellas que consumen recursos pero que no generan valor.

Desde hace unas semanas estoy preparando unas notas y borradores para publicar un libro sobre la gestión del tiempo, objeto tan preciado y escaso en nuestros días. Y la nota que leí sobre las actividades tipo residuo, me ha hecho recapacitar este fin de semana. Así que al final he elaborado una especie de capítulo para el libro que recogerá algo así como un tipo de evaluación de la gestión de nuestro tiempo.

Casi para que no se me olviden estas ideas las plasmo aquí y me servirán como borrador del capítulo. 

Clasifico las actividades en tres tipos:

Las actividades residuo, como decía antes, aquellas que consumen recursos pero que no generan valor para nuestra compañía. Son por ejemplo: reuniones inútiles o demasiado largas; leer y contestar emails que apenas dicen nada, o peor que no se entienden; contestar a preguntas de otros departamentos cuando la respuesta se encuentra fácilmente si indagáramos un poco, pero no nos molestamos y mejor preguntamos a los demás; llamadas de teléfono muy largas; realizar cuadros y entregar datos que no sabemos ni lo que significan pero que hay que reportar ¿alguien sabe para qué?; contestar escritos absurdos, lo más, de las diferentes administraciones que hay en España; y no sigo porque estaría ya haciendo una actividad residuo..... 

Las actividades valor, aquellas que consumen recursos pero que generan un valor para nuestra compañía. Son los nuevos procesos productivos; la relación con los clientes; el lanzamiento de nuevos productos; la consecución de nuevos clientes;  los estudios que nos permiten gestionar más eficazmente o más eficientemente; la formación a los empleados; los proyectos que desarrollan la imagen de marca de nuestra compañía; la gestión por procesos si con ellos conseguimos ser más eficientes; etc.

Las actividades ideas, aquellas que generan recursos y que podrán generar mucho valor para la compañía a medio plazo. Aunque pueden tener un componente relacionado con la I+D+i, no todas lo tendrán, y simplemente serán nuevas formas y perspectivas de ver el negocio en el que se desempeña nuestra compañía. Entre estas actividades idea podemos citar: la reingeniería de procesos cuando los destructuramos completamente para hacer más sencillo y más eficientes; el rediseño de los productos para hacerlos más atractivos o que generen más valor al cliente; el lanzamiento de productos completamente diferentes a los que ofertamos al mercado; la realización de informes y estudios que nunca se hayan realizado en nuestra compañía; simplificar cómo hacemos las cosas, etc.

Si ahora empezamos a pensar en un día corriente, o mejor en toda una semana y separáramos las actividades que realizamos en los anteriores tipos, ¿qué obtenemos?

Pues, sin equivocarme mucho, creo que el cuadro podría ser más o menor el siguiente: el 70% de nuestro tiempo lo empleamos en las actividades denominadas residuo, un 29% en las actividades valor, y un 1% en las actividades ideas. Estas cifras pueden variar algo entre unos departamentos y otros, y entre unas personas y otras, pero creo que el resultado es una media bastante aproximada reflejo de nuestras actividades diarias.

Y resulta que es un cuadro demoledor.

Pero si ahondamos un poco más es que esta situación es prácticamente un timo para la propia empresa. Nos están pagando por trabajos que no generan ningún valor, y no repercuten en una mejora y eficiencia en la gestión empresarial. Pues la empresa está tirando su dinero, vamos.

La pregunta ahora, que hemos visto la foto actual de nuestra situación, es dónde querríamos estar, hacia dónde debemos tender.

En mi opinión siempre habrá tareas consideradas residuo, pero debemos minimizarlas al máximo, tanto en número como en tiempo que se las dedica. Como ninguna genera valor, muchas veces si no las hacemos no pasará nada. Nadie ni lo notará.

Las actividades valor deberían ocuparnos la mayor parte del tiempo, para eso nos pagan. Y las actividades ideas deberían entrar con fuerza y dedicar a ellas, o a pensar sobre ellas al menos lo mismo que a las residuo, aunque sólo sea por “compensar” la balanza.

Así, nuestra situación ideal quedaría de las siguiente forma: un 60% del tiempo dedicado a nuestro trabajo debería estar concentrado en actividades valor, un 20% en actividades ideas y otro 20% en actividades residuo.
Ahora cada uno debe ver dónde está, qué actividades realiza, cuánto tiempo dedica a ellas, de cuáles puede prescindir y qué pasos debe dar para cambiar la foto actual.

Es todo un reto pero el esfuerzo merecerá la pena.

Fernando García


domingo, 3 de febrero de 2013

¿Sabemos para qué servimos?


Por la crisis, la digitalización o la globalización, los empleos y las industrias están cambiando para siempre. Ahora mismo están apareciendo nuevas profesiones, pero son casi invisibles para quienes contemplan el mundo laboral desde el caduco paradigma de la era industrial.

Aquellos que queramos seguir disfrutando de un trabajo deberemos reinventarnos cada poco y aceptar la inevitabilidad de empezar en una nueva profesión cada tanto, varias veces a lo largo de la vida. Se abre ante nosotros la era del conocimiento, el talento…, y de los creativos, emprendedores del conocimiento y expertos… Y sumarse a esa corriente laboral emergente es posible, excitante, rentable… y necesario. La pregunta “¿para qué sirvo?” se responde con otra pregunta: “¿A quién sirvo, y resolviéndole qué problemas?”.

La actual crisis es un cambio estructural, es un cambio sin vuelta atrás, un cambio masivo de paradigmas. Por consecuencia, todos nosotros deberemos cambiar profundamente de mentalidad en cuanto a las formas de ganar y gastar el dinero, porque los viejos tiempos no volverán.

“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”(Nelson Mandela)

El economista americano Richard Florida señala este fenómeno en su libro 'El gran reset'. ¿Y por qué la economía mundial debería resetearse cíclicamente? Porque es la manera de deshacernos de lo caduco y dejar paso a lo nuevo. Sí, nuevos modelos económicos impulsados por el ingenio, la tecnología, la invención y el talento. Innovaciones que comportan nuevas formas de vivir y de trabajar y que conducen a cambios sociales y económicos de gran calado. Una y otra vez hemos salido reforzados, incluso más prósperos a medio plazo, de cada uno de esos profundos resets económicos.

El cambio que se está destilando ahora mismo en Occidente es el paso de la economía industrial a la economía del conocimiento, basada en las ideas y el talento. Los países, la empresas y las personas que lo entiendan –y se reinventen– saldrán adelante con éxito; las que no lo hagan quedarán descolgadas.

¿Qué podemos hacer para reinventarnos pro­­­­fesionalmente? Aprender, la inversión en educación es la mejor inversión, y el foco donde deberían converger todas las políticas de estímulo, en lugar de dilapidar los escasos recursos en sectores de la antigua economía (la automoción convencional, la economía de las finanzas perversas o la construcción especulativa).

Adentrarnos en la sociedad del conocimiento es nuestra única opción. Dijo José Antonio Marina: “La educación debe ser el motor de la prosperidad, porque su objetivo es crear talento, que se ha convertido en la verdadera riqueza de la naciones”. Un talento que se mide por el “índice de empleabilidad”, que es el índice que mide las posibilidades de tener trabajo. Una capacidad en la que deberíamos invertir durante toda la vida profesional con formación útil.

Los puestos de trabajo están transformándose. Y ello, como resultado del cambio de mentalidad de las personas que los ocupan. Están dejando de tener sentido los organigramas verticales, el ordeno y mando, la obediencia ciega. Las personas reclaman sentido, hacer cosas que tengan un propósito claro, más allá de ganar dinero. En la era creativa, en la que ingresamos a principios de siglo, las ideas, el talento y el conocimiento son el nuevo petróleo de la economía. Su motor. En países como Estados Unidos, por ejemplo, esta clase representa ya el 30% de la fuerza laboral y supone la mitad de todos los ingresos laborales del país.

De nuevo, la pregunta “¿para qué sirvo?” se contesta con otra pregunta: “¿Qué sé yo que ofrezca valor a otras personas?”. Los creativos son y serán las personas más solicitadas y mejor pagadas. Mientras que los trabajos repetitivos, manuales, de bajo valor añadido y/o digitalizables se esfuman o entran en la precariedad, los trabajos creativos ofrecen oportunidades inimaginables.

¿Qué podemos hacer para formar parte de esta prometedora oportunidad profesional? Una vez más, invertir en nosotros mismos, en formación actualizada.

Ahora sabemos que el talento se hace, no se nace con él. Este es uno de los descubrimientos de la neurociencia más democráticos y alentadores. Todos podemos desarrollar cierto talento, con disciplina y dedicación entregada. Sabemos que el talento es el efecto de la práctica y del aprendizaje deliberados durante 10.000 horas. Es la suma de la aptitud (lo que se sabe) más la actitud (querer saber más y mejorar).

“Los medios de producción ya no son ni el capital, ni los recursos naturales, ni la mano de obra; son y serán el conocimiento” (Peter Druker)

Después de leer el libro de Malcolm Gladwell 'Fuera de serie', uno entiende cuál es la diferencia entre quienes hacen algo especial en la vida y quienes no. El autor explora las historias de grandes deportistas, de los Beatles, Mozart… y se pregunta qué distingue a unos de otros. En su estudio concluye que nuestro modo tradicional de pensar en el talento es erróneo.

El talento florece con un condicionante: la vocación. La pasión por lo que se hace, el amor por la profesión, servir más y mejor a la sociedad. Si una persona desempeña un trabajo porque no tiene otra cosa o por ganar dinero nada más, no le puede ir bien.

En nuestra economía se estima que un 80% de las personas trabajan en ocupaciones que no aman.

Cuando en una profesión no hay amor no puede haber dinero. No es de extrañar que una sociedad así no avance por sí misma y vaya a remolque de otras economías más innovadoras. En la era del talento no tenemos opción: o nos decidimos por servir con una vocación –y nos entregamos en cuerpo y alma hasta tener éxito– o elegimos vender horas en empleos poco interesantes, con condiciones precarias y mal pagados. El precio de la ignorancia es, ahora más que nunca en la historia, altísimo.

El conocimiento de un buen profesional vale más de lo que imaginamos. Un experto puede obtener ingresos sirviendo con lo que sabe de su tema preferido. Un experto, por cierto, no es una persona que lo sabe todo, pero sí es una persona curiosa que lo quiere saber todo sobre su tema. Por eso se considera a sí mismo un estudiante, un aprendiz; y cuanto más aprende y sabe, sus clientes le consideran más experto.

En la actual era es posible convertir lo que a uno le gusta en una profesión útil y rentable. Si alguien tiene un consejo o una información valiosa con los que resolver problemas a los demás, es posible hacer carrera en una industria real como experto y obtener ingresos por lo que sabe.

Lo único necesario para ser un experto es contar con conocimiento de valor y saber cómo entregarlo al mundo. Ahora mismo hay muchas personas que necesitan saber lo que alguien sabe, y le pagarán por su ayuda.



Source: El País Semanal 

3 Daily Habits That Help Me to Stay Optimistic

"Nobody can go back and start a new beginning, but anyone can start today
and make a new ending."
Maria Robinson


Hi!

One of the most common questions people ask me based on my blog's name and
what I write about is simply how one can become more of an optimist.

So today I would simply like to share three habits that I use just about every day
and that help me to stay optimistic in pretty much any situation. Sometimes it
may take a while before I find an optimistic thread of thought but these three
habits usually help me to find it.

1. Ask yourself questions that let you see the optimistic viewpoint.

When I'm in what seems like a negative situation my most common way of making
something better out of that is to ask myself questions that promote optimism and
helps me to find solutions.

Questions like:

What is one thing that is positive or good about this situation?
What can I learn from this situation?
What is the opportunity within this situation?

These questions are not something that I can always use right away when I wind
up in one of those situations. Sometimes I need some time to process and accept
the feelings and thoughts that arise. But after a bit of time, when those thoughts
and feelings have mostly passed, I ask myself one or more of these questions.

2. Get optimistic support from the world around you.

One the most important factors for being able to stay optimistic are the influences
around you.

Optimism is - just like enthusiasm - contagious.

So find ways to create an environment that supports you.

The people in your life. Try to spend more time with optimistic people
and less time with people who seem to always be negative about things. One
practical way to gain a more optimistic viewpoint is by just talking to
someone close to you about your current issue.
Just letting it out and saying it out loud can often help you to hear how
exaggerated your thoughts and emotions have become. And by talking about
it with someone that is supportive you can get a positive and constructive
change in perspective.
The information you let into your mind. One of the simplest things
you can do to create and support your own optimism is simply to regularly
read blogs and books and listen to or watch recordings created by optimistic
people.

3. Start your day in an optimism creating way.

I have mentioned this many times in the past because the way you start your day
often sets the tone for the rest of your day.

A stress-free morning leads to less stressed feelings and thoughts during your
day. A work out early in your day leads to more energy throughout the day. And
optimism while you are eating your cereal or having your coffee can help you to
stay positive and constructive as you go through the ups and downs of your day.

Practical ways to get this good start is to have an uplifting and/or motivating
conversation over breakfast or early in your day. Or to read or watch something
optimistic.

If you want to learn much more about positive and smart habits and become a
more confident, motivated, action-taking optimist this year then have a look at my
premium kit The Power of Positivity.

Henrik Edberg

Source:  http://www.positivityblog.com/