sábado, 29 de octubre de 2011

Algo huele a podrido en Alemania

Acabo de leer en El País que Alemania ha descubierto un error de 55.000 millones y ha reducido en 2 p.p. su deuda pública hasta el 81.5% del PIB. El nivel sigue demasiado alto y este economista observador duda si propondrá Merkel multas para el sobreendeudamiento o sólo sobre el déficit excesivo que es el que ahora les viene bien a ellos. Conviene recordar que desde que nació el euro hace 11 años Alemania ha estado al límite o por encima del 3% de déficit en 7 años o sea dos terceras partes del tiempo. En 2008 más de 3 millones de alemanes mantuvieron su puesto de trabajo pero redujeron sus horas trabajadas. El Estado pagaba esas horas con cargo a la prestación por desempleo pero misteriosamente el déficit de Alemania fue de los más bajos de la OCDE y apenas se gastaron dinero en prestación por desempleo. Me cuentan que las ayudas no se contabilizaron cómo déficit y las imputaron directamente contra la deuda pública, algo que de ser así sería un escándalo.

Con las ayudas al sistema bancario donde supuestamente está el error, sólo les ha faltado decir que fue un administrativo el que se equivocó al pasar el plan a limpio, llevaban gastados un 13% del PIB, ahora dirán que es el 11%. Les han cambiado bonos en pérdidas por deuda pública y esto les ha permitido no reconocer pérdidas en el déficit, de momento, pero su deuda pública ha crecido exponencialmente, más puntos incluso que la española a pesar de tener un déficit significativamente menor y crecimiento del PIB nominal superior al 5% en 2010.  ¿Debería la EBA exigir el mismo estrés que ha hecho en las carteras de deuda pública en la deuda privada y obligar a Alemania a reconocer la pérdida de su banco malo vía déficit público, como obligó la Troika a los irlandeses en 2010?

La ingeniería contable de los alemanes es una vieja tradición. En 1989, tras la Unificación, tomaron la polémica decisión de cambiar las cuentas bancarias pequeñas de la Alemania del Este con un marco del Este por uno del Oeste, cuando los expertos recomendaban un rango de canje de 3 a 5. Pero las cuentas grandes, la mayoría de empresas públicas, las sacaron de la contabilidad nacional. Alemania tuvo de achatarrar buena parte de la industria del Este pero sin reconocerlo en el déficit público y luego lo retornaron a mediados de los noventa ya saneado y explicó buena parte del fuerte crecimiento.

Todo este tema de la deuda suena rarísimo pero da igual los inversores tienen que meter en algún sitio el dinero y el lunes seguirán comprando bonos alemanes. ¿Qué hubiera pasado si fuera otro país? ¿exigirá Barroso a Merkel una auditoria urgente para aclarar el tema? ¿contará Merkel que ha metido en los bancos malos para poder estimar cuál será la pérdida que pagará el contribuyente alemán?

Me cansa este mundo hipócrita de doble moral en el que se ha convertido Europa. O acabamos con este mundo y vamos a un mundo de ecuanimidad y justicia en el que balanza está equilibrada o el proyecto europeo siempre tendrá problemas de gobernanza y será vulnerable.

José Carlos Díez   http://blogs.cincodias.com/el_economista_observador/2011/10/algo-huele-a-podrido-en-alemania.html

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