Hoy, 27 de septiembre, el planeta entra en déficit ecológico. La humanidad ha tardado menos de nueve meses en acabar con el "presupuesto" de recursos naturales que dispone para el 2011, según los últimos datos de la New Economics Fundation (NE), una organización independiente con sede en Londres. A partir de hoy (y hasta final de año), la humanidad vive a crédito.
Como cualquier empresa, la Naturaleza tiene cada año un "presupuesto". Puede producir una cantidad de recursos, y tiene una determinada capacidad para reponerlos o absorber el volumen de contaminantes y otros impactos generados. El problema viene porque el conjunto de la humanidad consume más recursos de los que la naturaleza puede producir anualmente y genera más contaminantes de lo que puede neutralizar, todo lo cual pone en riesgo el sistema natural, que es la base de nuestro sistema económico y social, afirma la NEF.
El 27 de Septiembre, según esta organización es el día en que el mundo en su conjunto entra en déficit ecológico. Desde hoy y hasta finales del año, la demanda de bienes y servicios naturales sólo puede ser satisfecha explotando los recursos (naturales, energéticos…) a un ritmo por encima de la capacidad de la Tierra para reponerlos o regenerarlos. La consecuencia de no hacerlo es una acumulación de gases invernadero y un nivel de contaminantes superior a lo que la Tierra puede asumir. Vivir a crédito, por encima del presupuesto normal de funcionamiento, conlleva una pesada carga extra para el planeta: cambio climático, pérdida de biodiversidad y escasez de recursos de agua, alimentos y materiales, señala esta organización.
Por encima de las posibilidades
"Vivimos por encima de las posibilidades ecológicas del planeta, y eso socava los fundamentos que sustentan nuestra propia existencia sobre la Tierra", declara Aniol Esteban, jefe de economía ambiental de la New Economics Foundation. "Sin estabilidad ecológica, no puede haber estabilidad económica. De hecho, la crisis económica nos muestra los riesgos y consecuencias de gastar más de lo que uno tiene", agrega experto, para quien "las consecuencias de consumir por encima de los límites del planeta pueden ser mayores".
"Lo que está pasando con nuestra explotación de recursos, es como si te gastas tu salario anual tres meses antes de acabar el año; y dependieras de tus ahorros cada vez más. En poco tiempo, te quedarás sin ahorros", agrega Mathis Wackernagel, presidente de la Global Footprint Network, la organización que ha popularizado la economía ecológica calculando la huella que causan las actividades del hombre sobre el planeta.
La crisis no ha frenado la demanda de recursos naturales. A pesar de la recesión global, los datos indican que desde octubre de 2008, la demanda de recursos naturales por parte de la humanidad ha seguido creciendo aunque de forma más lenta que en el periodo 2000-2008.
Estas organizaciones sostienen que una de las razones por las cuales la humanidad no ha logrado reducir el déficit ecológico es que el actual sistema económico no tiene en cuenta los verdaderos impactos de la actividad económica. "La estabilidad de la economía, los niveles de empleo y el bienestar de los ciudadanos dependen del buen funcionamiento de nuestro sistema natural; pero nos guiamos por unas pautas económicas que no reflejan la verdad ecológica y social de la actividad humana", añade Aniol Esteban. "La crisis financiera fue en gran parte motivada por querer construir un sistema que presentaba una imagen distorsionada de la realidad económica, que no mostraba el verdadero valor (coste) de los productos. Y este es el mismo problema de nuestro sistema económico", dice.
El cálculo económico que guía gobiernos, empresas y consumidores está distorsionado, opina esta organización. "Nos presentan como beneficios lo que en realidad es una pérdida de riqueza para toda la sociedad. Llevar un recurso natural al colapso como pasa con los stocks de pesca, acuíferos y bosques – y con ello acabar con una fuente infinita de alimento, trabajo y riqueza – es tenido en cuenta como un hecho positivo en el cálculo del Producto Interior Bruto. Cambiar la forma en que medimos y describimos la actividad económica es esencial para asegurar la buena gestión de nuestros recursos naturales y la provisión de bienes y servicios que nos proporcionan. El medio natural puede funcionar sin la economía pero no al revés" prosigue Esteban.
Planetas para mantener el ritmo de consumo actual
El nivel de déficit ecológico se ha duplicado desde 1961. Al ritmo actual de consumo y explotación de recursos, el planeta sólo cubre dos tercios de la demanda global sin comprometer su viabilidad futura. El consumo de la humanidad sobrepasa un 50% la capacidad de regeneración del planeta.
Anualmente, consumimos los recursos equivalentes al que debería proporcionar 1,5 planetas. "Si seguimos el mismo ritmo, el nivel de consumo mundial necesitara el equivalente de 2 planetas antes del 2050", agrega los expertos de la NEF.
Desde hace años, el nivel de consumo de la humanidad en su conjunto sobrepasa la capacidad de regeneración del planeta, aunque esto no siempre ha sido así. Fue hace unos 25 años cuando el planeta sobrepasó un umbral crítico – el punto a partir del cual la demanda de recursos ecológicos crece más rápido que el ritmo al cual la tierra puede proveerlos-.
La Global Footprint Network calcula que la biocapacidad de planeta se sitúa en 1,78 hectáreas globales per cápita. Es la suma de la superficie de terreno que necesitamos si se traduce en espacio físico para dar respuesta a nuestras necesidades (para cultivos para proveer alimentos, pastos para ganado, bosques, pesquerías, infraestructuras...) Pero nuestra huella ecológica global per cápita es de 2,69 hectáreas. El planeta en su conjunto tiene un déficit ecológico de 0.9 hectáreas globales per cápita. Cada español necesita 5.4 hectáreas globales para satisfacer su nivel de consumo actual, pero sólo tiene un presupuesto de 1.6 hectáreas; lo cual representa un déficit ecológico de 3.8 hectáreas.
Reparto de recursos desigual
El consumo del presupuesto natural del planeta está, además, repartido de forma desigual entre países. Países como España, Reino Unido y demás países industrializados consumen su parte proporcional del presupuesto durante el primer tercio del año y pasan a depender de los recursos del resto de países hasta final del año. Si la población global viviera como un ciudadano de USA necesitaríamos 5 planetas; si la población mundial viviera como un ciudadano de España necesitaríamos 3 planetas, y si la población global viviera como un ciudadano de India tendríamos suficiente con uno.
Beneficios económicos y sociales
"Bien gestionados, los recursos naturales renovables pueden ser una fuente infinita de alimentos, empleo y beneficios económicos. Pero si son mal gestionados se pone en os en riesgo su capacidad de generar beneficios para siempre", dice Esteban, para quien cada vez más hay más pruebas de que los costes de algunos recursos -la energía y los alimentos en especial- han desempeñado un papel clave en la aceleración de la crisis económica global.
No obstante, los expertos de esta organización estiman que la crisis económica y ecológica ofrecen una oportunidad para sentar las bases de un nuevo modelo económico que opere dentro de las necesidades de funcionamiento del planeta, que genere bienestar humano y que, a la vez, sea justo y equitativo.
"La Tierra nos ofrece suficientes recursos para proporcionar una buena vida a todos sus habitantes. Pero ello requerirá efectuar una transición desde nuestros modelos de crecimiento y desarrollo actuales, que son altamente intensivos en el consumo de recursos, hacia modelos que los consuman de forma menos intensa", explica Aniol Esteban.
"El modelo actual está basado en el crecimiento infinito (en un planeta finito); necesita crecer para funcionar. Si dejamos de crecer (y consumir), la economía se colapsa, tal como estamos viendo en España y en otros países. Pero si seguimos con el mismo modelo, estamos empujando al planeta más allá de los límites de su resistencia ecológica. Estamos atrapados. Causamos problemas si dejamos de consumir, pero ocasionamos aún más problemas si seguimos consumiendo tal como hemos hecho hasta la fecha. La solución pasa por efectuar una transición hacia un modelo económico que no dependa de este crecimiento (consumo) y que sea capaz de generar empleo, para proveernos de servicios sociales o pensiones. Se han invertido muchos esfuerzos en estudiar modelos de crecimiento y no se ha puesto mucha atención en estudiar cómo podrían funcionar un modelo distinto", agrega.
Según la NEF, en cualquier caso, ese nuevo modelo económico que opere dentro de las reglas ecológicas del planeta requeriría al menos estos elementos: medir y valorar aquello que realmente importa a la gente, corregir los precios para que reflejen el valor (coste) real, desarrollar nuevos indicadores económicos y de progreso para complementar el del PIB, crear las condiciones para favorecer una actividad empresarial responsable (social y ambientalmente) y repartir el trabajo entre la población e inversión en actividades que crean valor positivo para la sociedad…
Noticia publicada en el periódico La Vanguardia, España. 27/09/2011