- Primera extinción: hace 435 millones de años (paleozoico – era primaria). Provocado por una larga glaciación. Acaba con la vida marina, sólo sobreviven algunos peces. Desaparece el 95% de las especies.
- Segunda extinción: hace 367 millones de años (devónico). Desaparece el 85% de las especies.
- Tercera extinción: hace 245 millones de años (entre la era primaria y secundaria). Desaparece el 77% de las especies. La más dramática ya que desaparece el 90% de las especies marinas y terrestres.
- Cuarta extinción: hace 210 millones de años (triásico). Desaparece el 90% de las especies.
- Quinta extinción: hace 65 millones de años (cretácico). Desaparece el 50% de las especies. Desaparecen los dinosaurios que habían dominado el mundo desde la cuarta extinción.
La causa de esta extinción de especies se debe fundamentalmente a cambios en el medio ambiente (alteración de hábitats que provoca que las especies no logren adaptarse,…).
Los geólogos están empezando a aceptar las extinciones en masa como sucesos normales en la historia geológica de la Tierra.
Hay que remarcar que si las especies no llegaran a extinguirse para dejar espacio a organismos más avanzados, la vida en la Tierra no habría progresado hasta lo que es actualmente.
La Sexta Extinción
No se conoce el número de especies que existen en el mundo actualmente. Se barajan cifras entre 5 y 50 millones. Sin embargo el número de especies catalogadas es sólo de 1.400.000, de las cuales el 85% viven en el dominio terrestre.
Se ha calculado que durante los períodos de extinción normal, es decir sin que intervenga ningún cataclismo, la pérdida es de una especie cada cuatro años.
Sin embargo, en la actualidad se extinguen unas 30.000 especies al año. Este volumen de desapariciones sería comparable a las producidas en una de las cinco grandes crisis biológicas de la historia del Planeta.
Según estos datos estaríamos ante una nueva extinción, la sexta. Sin embargo, en este caso no sería causada por un cambio climático global, el retroceso del nivel del mar, o por la caída de un asteroide, sino por las actuaciones externas producidas por nuestra especie sobre el planeta.
¿Seremos capaces de parar esta situación? Está en nuestras manos conseguirlo.
Fernando García
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